1. Antes me tardaba 40 minutos en llegar al laboratorio, ahora me demoro apenas 27. Es cierto que el metro va más lleno, pero cada vez que me da rabia el calor y la multitud, pienso en que si está más lleno es porque ahora más gente puede usarlo. Se me quita la rabia automáticamente.

2. Por primera vez en mi vida veo que la gente hace filas espontáneas, conversa en el metro, la micro y el paradero, y espera en los paraderos troncales aunque sea tarde, porque sabe que los recorridos nocturnos van a pasar; que se podrán demorar, pero vendrán.

3. Estoy aburrido de los comentarios pesimistas de la prensa y de los opinadores que están convencidos y acostumbrados a que el desastre venda más que las buenas noticias. Para qué decir que estoy aburrido de los análisis simplistas, de los resultados inmediatos, de las tías que son tan de izquierda que lo que haga o piense el gobierno siempre será injusto, elitista, y ayudará a los empresarios a ganar dinero; o bien son tan de derecha que lo que emprenda el gobierno estará mal planificado, será ineficiente, torpe y corrupto. Lo único que hacen es avivarle la cueca a la vieja barsa, al alegador empedernido, hacerle creer que tiene razón, estimularle el individualismo más asqueroso.

4. A propósito del punto 3., el domingo Pirincho Navarrete dijo: “es fundamental que todos entendamos que no siempre la suma de lo que más me conviene a mí y lo que más te conviene a tí, es lo que más nos conviene a los dos. Sin duda que a mí me convendría que la micro pasara en la puerta de mi casa y me llevara hasta el centro, y a tí también. Pero obviamente no nos conviene que la micro ande la mayor parte del recorrido vacía, ni que el aire esté así de contaminado” Aplausos para él.

5. El límite del asco: Piñera, Ossandón, Moreira, etc.
Piñera: ofrece hace unos días varias “ideas nuevas” para mejorar el Transantiago, como “invertir en mejores paraderos, zonas de prepago e infraestructura vial, mejorar la información, rediseñar algunos recorridos e implementar un sistema de monitoreo por GPS”. Inmediatamente después de leído eso me pregunto, ¿señor Piñera, me está hueviando?, ¿cree que soy TAN weón que no me he dado cuenta que todo eso ya fue no solo pensado, sino que a veces hasta implementado? Piraña agrega “el Transantiago todavía tiene solución”. Asqueroso.
Ossandón: el payaso de la derecha chilena inaugura la sesión de chistes: “en febrero dije que el gobierno tenía un doctorado en improvisación, ahora se sacó un 7 en el examen de grado”…la talla es mala, pero lo peor es que para el doctor Ossandón la capacidad de reacción es lo mismo que la improvisación. Aparte de que el grado de PhD se obtiene previa defensa de la tesis de doctorado, y no con un examen de grado. El doctor Ossandón no sabía eso. Amoroso (y huevón, pero amoroso).
Moreira: se dedica a puro decir que los chilenos han sido humillados por el gobierno con el plan de transporte y que los buses parecen corrales. Usted no sabe lo bueno que es la civilidad, profesor Moreira. Mucho menos sabe lo que es decir la verdad y no tratar de sacar dividendos políticos. El otro día se oyó decir a Coloma: “todos los expertos dicen que el Transantiago está mal diseñado”. ¿Quiénes son esos expertos?, porque al menos los que han salido en la prensa de todos los colores han dicho justo lo contrario, así que o estamos confundidos o es usté un feroz farsante. Y entonces, sr. Moreira, ¿qué es esa huevá de “devuélvanle la dignidad que le arrebataron a los santiaguinos”?. Manga de barsas, de indignidades sí que sabe el chileno afiliado a la isapre y la aefepé. Dignidad es que se considere a la ciudadanía capaz de educarse, de transformar su ciudad y su país. Indignante e indignificante es a mi juicio que usté piense en los ciudadanos como una especie de monos a los que hay que acariciar y alimentar para que voten.
Afortunadamente, la consecuencia de esa conducta asquerosa es que NADIE LE CREE NADA. Da lo mismo si la concertación sube, baja o se mantiene en popularidad, la derecha sigue bajando en las Adimark de todos los períodos. Eso significa que el chileno está pensando en que no lo convence el oficialismo, pero que nicagando vota por la derecha. Es evidente que quien mienta, trate de usar todo a su favor y no aporte jamás algo bueno y original al país, NUNCA EN LA VIDA va a ser elegido para gobernar.

6. No es fácil readaptarse, cambiar las costumbres de transporte, los horarios, los recorridos, pero eso da lo mismo. La pregunta importante es si esto es mejor. A ver qué experiencia tiene usté del Transantiago y cuánta fe le tiene a nuestro nuevo transporte público.
Yo confío y hasta ahora me resulta.
Venga, inténtelo.