Hagamos arte con todo lo que podamos, porque es la mezcla expresiva/creativa la que lo hace arte. La posibilidad de constituir transitoriamente un lenguaje único conduce hacia la obra aunque no llegase a convertirse nunca en una, pero el proceso ya vale la pena.

El ADN es una molécula que existe desde los orígenes de la vida, y actualmente es posible sintetizarla in vitro con la secuencia que ud. quiera. Si usté sabe cómo se pliega una secuencia de ADN podría hacer una nanoescultura. Claro, para visualizarla necesitaría un microscopio de fuerza atómica.

Andrés me cuenta que ya se nos adelantaron, me mandó este paper que publicó Paul Rothemund el 2006 y cuya figura más freak está en el encabezado de este post y muestra cómo diseñó secuencias de ADN que al plegarse fueran estrellas o smiles, o la huevá que usted quiera. Notable.

A ver qué se nos ocurre a nosotros.