1. Hace tiempo pienso en lo injusto y tramposo que es ir por la vida llevando la cuenta de algo así como “el marcador de la suerte”. Sumando puntos llenos de alegría cuando nos pasan cosas buenas, restando con ingrata frustración los puntos de la desgracia. Me pregunto seriamente si lo bueno y lo malo debe simplemente sumarse, como si la realidad fuera un ábaco de una sola dimensión, o es posible acceder a una comprensión más compleja y multidimensional de los acontecimientos.

2. Un cura ícono de la defensa de los derechos humanos, admirado por su obra y por su valentía. Amigo querido de muchos, maestro de otros tantos en la iglesia y en la política, resulta ser al mismo tiempo un repugnante abusador capaz de usar su influencia y atractivo para hacerle insinuaciones sexuales a jóvenes que lo buscaban por motivos mucho más nobles. Aparentemente dañó de forma irreparable vocaciones generosas con sus deseos perversos y ególatras. Santo obispo progresista por un lado, repugnante pecador por otro. Si hacemos la suma, acaso la valentía y la obra de Precht valga callampa al lado de las denuncias de abuso sexual.

3. Una coalición que reúne un gran esfuerzo, valentía y una enorme diversidad de talentos, logra hacerse del poder y derrotar a la dictadura en una batalla épica. La promesa de la alegría y de la libertad revive a un país noqueado por el golpe militar. Tras 20 años en el poder se reforman las instituciones, se recupera una amplia gama de partidos políticos, se emprenden reformas gigantescas a los sistemas de salud, justicia y previsión, el gasto social crece a una velocidad enorme. La pobreza extrema se reduce, la cobertura educacional se agiganta. Pero la misma coalición en los mismos 20 años se llena de funcionarios corruptos, de poderes cuoteados, es incapaz de modificar el modelo económico que origina la desigualdad y la brecha entre ricos y pobres no cede, sino que se incrementa.

El sistema político se estanca con un sistema electoral que favorece a las dos coaliciones más grandes y perpetúa a exactamente los mismos rostros en los cargos públicos. El hastío y la indignación de los ciudadanos con sus gobernantes cae igualmente sobre derecha e izquierda frente a la pestilencia de una casta política podrida, los logros de los gobiernos demócratas palidecen. La suma tiende a cero.

4. Una vecina me contaba hace unos días que le costaba celebrar un premio que se había ganado cuando terminó la universidad, porque apenas días antes había muerto su tío. Conozco a otros que experimentan la alegría de ser padres el mismo año que han muerto los suyos. Sumar lo bueno y lo malo como si fuera lo mismo termina enmascarando tanto el dolor como la alegría, es condescendiente con el mal y chaquetero con el bien. Aplaca el dolor que tanto nos hace crecer y boicotea las necesarias alegrías.

5. Yo no quiero medidas de tendencia central para que todo tienda al gris y al nivel del mar. Yo no quiero que mi vida sea un juego de empates y de sumas cero. Quiero dolerme de mis errores y enorgullecerme de mis logros, quiero bailar las alegrías y putear las rabias. Claro que ambas fuerzas van a converger, porque yo soy uno solo. Pero serán dos dimensiones distintas, porque si no, habría que esperar que el gran cuevazo o la gran miseria nos arrancaran del centro. Y yo ya estoy cabreado del centro.

Original: El Dínamo. 22 de agosto, 2012. http://www.eldinamo.cl/blog/la-trampa-de-sumar-y-restar/