Era mentira todo, todo era mentira:
la indiferencia, la distancia y el amor,
lo que buscabas y de lo que huías;
las velas desplegadas de tu corazón
eran telones de un teatro impredecible,
eran fachada de un adentro que no ví,
no porque fuera incomprensible,
sino porque creí…

Era verdad que nada pasa y nadie cambia,
era mentira, al mismo tiempo, esa verdad;
más bien ambiguos y contradictorios
especulamos con la realidad
como si un gran espejo allá adelante
no nos mostrara un futuro que es igual
a lo que hemos vencido en el pasado,
a lo que viene y…

Nada ha cambiado,
todo es distinto,
cómo me harás creer que nada es lo mismo.
Yendo y viniendo
me ha parecido
que lo contradictorio es lo cierto.

Que lo contradictorio es lo cierto.

(el texto es una canción nueva, la foto es un fragmento de un grabado de Escher)