Acabo de recortar este pedacito de un artículo en Nature. Es un dibujo de Santiago Ramón y Cajal, el artista que tuvo que hacerse médico y encontró en las neuronas lo mismo que yo les encuentro: belleza. Obtuvo el Nobel y casi se gana un combo de Camilo Golgi (el otro Nobel) en la pugna por entender si el sistema nervioso era continuo o estaba hecho de partes separadas. Golgi gritó y pataleó en la entrega de los Nobel, Ramón y Cajal habló un poco de ciencia y se fue en calma. Era Cajal quien tenía razón.

Les decía a las neuronas “las mariposas del alma”.